El Tiempo Salamanca / Matacan

16 septiembre 2005

TERRORISMO Y HAMBRE: ¿VÍA SOCIAL O VÍA IMPERIAL?

Estados Unidos, con Bush en persona, ha derribado otra vez los propósitos de los demás para derivar la reforma de la ONU a la lucha contra el terrorismo. La reforma a la vista está en el tono de la breve cuestión española de la alianza de civilizaciones, y en la práctica quiere ayudas para que un mundo del hambre sea al menos algo alimentado; y Bush tomó ese argumento para referirse al terrorismo: es cierto que nos odian y nos atacan porque son pobres. Ayudémosles a sentirse un poco mejor dentro de esa plaga y no nos tendrán odio.
Pero lo importante es aliarnos contra el terrorismo, con policías, jueces y ejércitos únicos. Las guerras son nuestras, de todos. Y cuando pierda el terrorismo, él estará dispuesto a eliminar los aranceles de los cacahuetes, los plátanos y las lechugas, para que nos vendan más fácilmente y ganen más. Desgraciadamente el terrorismo no disminuirá así, y mucho menos en el tiempo que le queda de gobernante a Bush, aunque ya encontrarán otro. El resumen es de dos posiciones: una europea y de países pobres, que consiste en dar de comer para que no haya terroristas. Otra de Bush, que es la de eliminarles ya por la fuerza; y luego ya les daremos algo. Frente a la vía social, la vía imperial.