El Tiempo Salamanca / Matacan

20 agosto 2005

¿QUIÉN ME HA ROBADO EL SIGLO XXI?

El mundo físico todavía está aquí. Es el parapeto del yo el que mira y sobre el cual ha quedado un pez de ciudad y el color rojo, un pez hecho de aire contaminado, de una coagulación de semen que refluye. Pero algo sucedió de golpe. Nació una aborrecencia quebradiza, con reflejos de arterias gastadas, el vago que temía resucitó cuando me encontré sin abril, por delante una granada que derramaba mi sangre mezclada con whisky, que perdía líneas, pastillas, smog, del que fluye mi no vida; estas líneas, círculos de senos trazados en los vasos de sin corazón de madrugada. Mi aire, o el vacío del tiempo aspirante a la atmosférica sodomización del geodésico universo del surrealismo, mi infancia, o la visión de un radical romanticista, en la cual aún gira en mi memoria un busto de mujer y una constancia de amigo.
Las sacudidas de este mundo vítreo, que rotaba en añicos de frente, ¿te acuerdas cuando volvieron los dragones?. ¿Cuándo sacudía su vegetación de columnas, sus nidadas de huevos, sus nudos en esquirlas, sus montañas con ninguna bandera, sus frontones estupefactos de estupefacientes? En los frontones de las columnas del Partenón, los soles habían quedado aprisionados por los saludos invertidos de la salud, soles antaño sostenidos por chorros de aire como si fueran alcancías carmesíes, y mi frente separaba esas columnas, y el aire en tertulias de espejos y de nuevo de soles, de amaneceres de amistad escuchando, de soles que sonreían con un balón.
Pero todas las columnas pierden sus huevos, sus dalís en los momentos post-ovales, y en la ruptura de la línea de las columnas nacen otros estupefacientes invertidos. La montaña está muerta, el aire esta eternamente daniel fallecido. Me asfixio, en esta ruptura decisiva de un mundo, de todos los ruidos sabinianos, de charlatanes locos por salvarme la vida a costa de cortar el cuello, prisioneros en la mañana que ya no es nunca sino ayer; del norte, “no sabía que la primavera duraba un segundo”, se calleron las hojas del esfuerzo de mi frente. ¿Quién me ha robado el siglo XXI?
Madrid, agosto, calor, ¡re-Revolución del no pasarán!
Daniel