EL PP ES EXTREMA DERECHA

¿Se puede utilizar la mentira sistemáticamente como forma de ejercer la oposición sin recibir penalización alguna del electorado? Esta es la pregunta que algunos se formulan ante la estrategia del PP. La última mentira supera todo lo visto: Zapatero, dicen, pactó con Barroso la OPA a cambio de fondos estructurales. De nada sirve que Barroso desmienta algo que es en sí estúpido y absurdo. Se trata de mentir para poder mantener siempre activo el virus de la sospecha. Martínez Pujalte, el más bruto de la casa, lo ha dicho sin eufemismos: “Cada peseta que perdamos de los fondos estructurales va a ser una peseta sospechosa”. Y para poder repetir una y mil veces esta letanía el coro se pone a mentir, con Zaplana de director. Es patético.
Como lo es, dejémonos de eufemismos: la demagogia del PP en materia de ecuación. Es obligación del Estado garantizar la enseñanza para todos los españoles. Y para eso hay un camino principal: reforzar la escuela pública que es la que está al alcance de todos. La libertad de elección de centro está condicionada por estas prioridades. Y la concertación supone obligaciones, por ejemplo, que las privadas incorporen a inmigrantes en sus aulas. Cualquier pacto tiene que pasar por la aceptación de este marco de partida. Otra cosa es o pura ventajismo, o lo que más me temo: la radicalidad intolerante, es decir, lo que ahora mismo es el PP, extrema derecha.