El Tiempo Salamanca / Matacan

23 abril 2006

BABAS DE LA MEMORIA (Si entras, ponle música)

Disertaré, a la vera del Cantábrico,
Sobre un señor DeArriba
De rima consonante,
Porque, érase una vez un delicado
Amigo del amigo de un cantante.
Reventé tus ilusiones con disgustos,
Tú llevabas corazón manga por hombro,
Yo arruinaba la poesía sin tapujos:
Y aún así, no salías, qué lujo, del asombro.
Qué retorno tan vivo y tan lejano,
Qué singular, qué azul, qué diferente,
Qué sueño de una noche de verano,
Qué nosotros, qué luz tan de repente.
Quisiera yo a la sombra del despojo
Brindarte al cielo este burel maestro.
Y qué más decir, tan póstumo, tan ronca mi....,
Voz que aun te canta
Jorge, Ismael, Alejandro, Eclipse de voz
Sobreviviendo Víctor Heredia
Sin nadie al que abrazar abuelo nuestro.
Quién te mandó embarcarte a la deriva
Con un grumete así, qué mal negocio.
Quién pudiera vivir en carne viva
Lo que vivió mi socio con su socio.
Lo que vino después de los despueses
No desenfoca tu caligrafía.
Ojalá pudiera volver haciendo eses
Contigo a Santander, Palencia, algún día.
Qué duermevela de mirada en llamas,
Qué pirata, qué verbo, qué osadía,
Qué posdata en el álbum de una dama,
Qué serenatas de tu voz, melancolía.
El viento que arrasó las escombreras
No empañará el cristal de la memoria:
al final, blo, la lealtad es lo que queda
cuando se caen las babas de la Historia.

*(El título no tiene absolutamente nada que ver con Miguel Hérnández). Busquen en Machado, en Cernuda, en Sabina, en tí.